Han caído las primeras nieves, aparece el frío y aunque los rayos de sol nos animan a disfrutar de los paisajes de otoño, el cuerpo quiere entrar en calor, nada más apetecible que un buen plato de cuchara: un buen puchero de matanza.
Este guiso de garbanzos con matanza, costillas, oreja, rabo, careta y manitas se elabora según una antigua receta familiar que la abuela Marina nos ha transmitido y que en Ruta del Mulhacén queremos custodiar al paso de los tiempos.
Receta del puchero de matanza
Indicaciones: Cocinar lentamente para conservar todo el sabor de la tradición alpujarreña
Ingredientes:
- 400 gr de Garbanzos
- 2 zanahorias
- 1/2 col rizada
- 1 cebolla mediana
- 4 patatas medianas
- ¼ de costilla de cerdo Fresca
- 1 rabo de cerdo
- 1 hueso de espinazo
- 200 gr. De Oreja de Cerdo
- 300 gr. De Manitas
- 200 gr. De panceta
- Sal marina gorda
- 2 cucharadas soperas de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 hoja de laurel
- 2 dientes de ajo
Ponemos los garbanzos la noche anterior en agua templada a remojo
Al día siguiente, ponemos a cocer en agua tibia los garbanzos con el hueso de espinazo, la costilla, el rabo, un ajo, la cebolla y la zanahoria
En Olla Express, para que tarde menos, echamos el resto de la pringá formada por la oreja, las Manitas y la panceta y cocemos unos 40 minutos con un ajo, sal, laurel y pimienta.
A continuación picamos la oreja, las costillas y la panceta en porciones como un dado grande y las manitas en 4 partes.
Cuando los garbanzos están cocidos se añade el resto de verduras, la col, las zanahorias y las patatas cortadas en dados gordos y seguimos hirviendo durante 15 minutos.
Juntamos los ingredientes de las dos ollas y dejamos que coja los sabores a fuego lento durante 20 minutos.
Dejamos reposar al menos media hora para que se asienten todos los productos y está listo para servir
Para el postre, podemos tomar un flan de castañas
Contexto histórico-social del puchero de matanza.
La cena de la matanza del cerdo, era un acontecimiento muy concurrido ya que la costumbre era invitar a las autoridades del pueblo, el cura, el alcalde… y a casi todos los vecinos, mayores, jóvenes y niños.
El puchero se comía en dos fases, primero los garbanzos con las verduras, luego al centro se colocaba una fuente con toda la pringada y cada uno se servía, por último se sacaba “La masa de morcilla” donde los comensales degustaban el futuro embutido. Se acompañaba con cascos de cebolla cruda, hortalizas en vinagre y aceitunas aliñadas.
El postre eran nueces con higos secos y naranjas dulces y agrias.
La noche de la matanza del cerdo terminaba con el baile, los acordeones, bandurrias y laúdes comenzaban con mazurcas y todas las parejas terminaban bailabando, vigiladas por las madres sentadas alrededor del comedor. Y como sorpresa para los niños palomitas de maíz con miel que se llamaban “rosetas a las tres tazas”
No hay comentarios:
Publicar un comentario