sábado, 7 de agosto de 2010

Certificación 90% de obra acabada


El certificado del 90% de obra acabada, ya lo tenemos. Hay partidas que corresponden a una fase anterior que ya hace un tiempo que se finalizaron como demolición, cimentación y estructura; la cubierta y los exteriores están a falta de la entrada, que será lo último; la climatización, ventilación y otras instalaciones especiales están ya probadas, excepto el ascensor.

En el 90% de obra acabada del CIGA, la partida de enfoscados y guarnecidos ya está concluída; el revestimiento de paredes se ha realizado con mortero de cal o con yeso al que se le ha añadido un pigmento siena que da un color luminoso y acogedor. Fran Martín es el yesero que es muy eficiente y tiene que volver a la obra para terminar algunos remates.

Algunos detalles decorativos como los azulejos y arcos nazaríes, el fresco del restaurante, la chimenea... están gustando mucho pese a romper con el estilo neoalpujarreño imperante en la restauración de casas y negocios, donde abunda el cemento, la pintura plástica blanca, detalles de piedra desnuda y los ya típicos pilares revestidos de ladrillo viejo.

El uso de materiales desnudos no forma parte de la tradición alpujarreña donde encalar era una costumbre anual y se blanqueaban con cal, con más o menos azulete: fachadas, cuadras, corrales... y hasta las puertas y ventanas, excepto de las viviendas, se tornaban albas por el níveo color.

En los interiores, desde muy antiguo se utilizaban los tonos tierra, ocres, almagras y hasta azules intensos que formaban capas alternantes que se descubren al limpiar las viejas vigas. Después, por los años sesenta del siglo XX, se adoptaron tonos pasteles, gamas de verdes, rosas, amarillos o celestes y se salía al exterior con la misma coloración haciendo un marco alrededor de las ventanas, de modo que las fachadas albas quedaban rotas por diferentes tonalidades.

El siglo XXI también ha llegado a la Alpujarra, aunque algunos no se quieran enterar y estamos obligados a estar en contacto con las nuevas técnicas, gracias a la tecnología y a las nuevas comunicaciones, por esto en la ornamentación artística estamos utilizando materiales y elementos decorativos que recrean diferentes momentos históricos vividos en este territorio.

La partida de solados y alicatados está casi finalizada. Los alicatados han tenido su dificultad, sobre todo la colocación de los azulejos nazaríes que tienen dos peculiaridades que no se fraguan y al ser zócalos o cuadros, hay que medir con precisión y componer las diferentes piezas para que encajen en el espacio.

La albañilería es ahora lo que va más atrasado, pues se han juntado muchos remates finales y los pequeños tabiques que se hacen después como los de las puertas del ascensor y el cerramiento de algunos conductos de otras instalaciones, también de ensolados falta acabar la escalera principal, que colocar los mamperlanes es como la obra del Escorial, de lo trabajoso y complicado que resulta.

Para el día 24 de julio queremos tener todo terminado y comenzar a preparar el inicio de actividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario